viernes, 19 de agosto de 2011

Review de un Partido Despedida

Ya lo decretó nuestro sabio rock nacional, todo concluye al fin...y esta hermosa pero breve historia de un muchacho llamado Victor no ha sido ajena a tal afirmación.
Finalmente el final llegó y la partida es inminente, por lo tanto nada mejor que un partido homenaje (luego de una desbordante parrillada, claro está) para darle comienzo a esta despedida.

El encuentro comenzó y rápidamente el equipo formado por Marcos, SebaA, Jose, Victor y Marcelo (agachate y conocelo) tomó la delantera, presagiando un final victorioso por una abultada diferencia, es decir que le estábamos rompiendo el ocote.
The Others, integrado por Esteban “el venenoso” Cardona, Ramiro, un Brato lookeado con corte nuevo, Iron Man Neu y Nacho……
Grande era el desconcierto de esos muchachos, las miradas entre si buscando respuesta, algo que explique cómo frenar a esa delantera letal, que supo cambiar cada contra por gol sin remordimientos. Intensos fueron esos momentos de zozobra donde ya nada les quedaba por hacer más que relajarse y gozar como simples espectadores de semejante espectáculo de destreza futbolística.
Pero luego de varios pases a la red el destino decidió relajarse y miro para otro lado sabiendo que lo tenía todo escrito, pero sin darse cuenta que no le había dado “save” al capítulo de este partido. Todos, en este mundo y en cualquier mundo, sabemos que eso es un error grave…idéntico al cartel de Warning que apareció en la netbook de este culiao, a quien no le quedo otra que botonear el maldito aparato.
Medio a las apuradas improvisó de memoria lo que se acordaba, pero como a todos nos ha pasado, nunca vuelve a ser lo mismo que tenias escrito en principio. Todo iba masomenos bien hasta que empezó a guitarrear, no se acordaba si Nacho era el que la pisaba, tiraba lujos y te devolvía una pared o era un maldito Orco que solo corría hacia adelante chocando lo que se cruzara y no la largaba ni en pedo, si Bratina se llamaba Martin o Marianella, si el casco de Cardona era real o un implante…en fin, tantas fueron las confusiones que sin que nos diéramos cuenta nos clavo un jugador mas del otro lado, reforzando las filas de The Others con un MarcosV fresco, recién llegado, con toda la energía y dispuesto a recuperar los minutos que no estuvo en cancha. El tanteador casi instantáneamente giro su curso y la tendencia que parecía irreversible quedó sin sustento al ver a un Arriada, que al grito de “me tiró”, pidió el arco….bah, más que pedirlo lo exigió. Otro golpe anímico para el equipo que para ese momento tenía el corazón con agujeritos al ver que la victoria nos hacia un oooosssoooooo. A esta altura, con un equipo fraccionado, sin mediocampo, una defensa que oficiaba de poste de iluminación y que dependía de un Marcos que hacia lo que podía, ejecutando con misilazos ni bien tenia oportunidad y cuando todo parecía perdido, apareció la magia en los pies de aquel que el público fue a ver, a despedir, a agradecer lo tanto que hizo por el clú, a reconocer esos años de carrera y trayectoria y para llevarse una foto de recuerdo que alojarian en el cerebro luego de haber sido procesada por el iris, imagen que seguramente habrá drenado el saco lagrimal de mas de 1.
Las piruetas deslumbraron tanto a la fanaticada como a los rivales, a tal punto que el “salto del canguro” arranco aplausos, aun dentro del terreno de juego.
Tanta magia fue premiada por una mano dentro del área, la cual, el árbitro riguroso, no dejo pasar y cobró inmediatamente.
No podemos imaginar cuantos recuerdos, vivencias y sensaciones han recorrido el organismo del magestuoso Victor al momento de tomar el balón en sus manos y dirigirse al punto del penal. Un silencio frío inundó el estadio, el tiempo pareció detenerse atento a lo que se estaba viviendo, hasta los cocacoleros detuvieron sus ventas de jugo de paragua….
Era tanto el disfrute que no importó el marcador, en este partido habíamos ganado todos, aunque por dentro el sabor amargo de la despedida nos inundó cada célula.

Despedida del canguro padilla